Praeludium de Alquimia ha de ser
los poetas, Luis Miguel Alonso Nájera y Alfredo Rodríguez
PRAELUDIUM
Hubo
un tiempo en que los hombres construyeron a los dioses, y hubo otro posterior
en que éstos ordenaron la construcción del Walhalla. En ambos casos fue la
voluntad de dar vida imaginaria a unos referentes de eternidad, de asentar lo
sublime en el mundo de las ideas para que sirviera como símbolo de lo estable
en medio de la turbulencia vital, humana o divina.
A
lo largo de los años, en el tenaz paso de página de cada uno de sus libros,
Alfredo Rodríguez ha ido levantando pacientemente las sucesivas hiladas de su
propio Walhalla. Mucho más que una residencia para los dioses que —nunca
lo dudó—
existían, la inmensidad de este lugar construido en la poesía le otorga un carácter
más urbanístico que arquitectónico. Solo la ceguera del alma impediría ver los
palacios, basílicas y jardines armónicamente distribuidos sobre un terreno que
parece no tener fin. Han sido años de transportar hasta aquellas cumbres
innumerables caravanas de palabras y gramática, cumbres que antes fueron
territorio yermo y ahora asombran por su olímpica opulencia.
Alquimia ha de ser
nace después de que las edificaciones hayan sido entregadas a los dioses que
así lo solicitaron, y a los nuevos espíritus creados durante ese tiempo. Lo que
en los libros previos era tensión constructiva, pasión entre andamios y anhelos
de coronación sobre la última almena, es ahora quietud solemne entre las
galerías que unen cada augusta morada. Línea tras línea, este libro describe
ese estado en el que la pasión y la incertidumbre han quedado superadas. La
alquimia ha obrado su prodigio, y el acceder a vivir entre dioses —siendo
quizá por momentos uno de ellos— ya no es quimera sino
realidad desde los cimientos. Hablan, en fin, los poemas de cómo vivir sin
tiempo ni quebrantos, disfrutando de la vida en el verso desde la eternidad.
Y
no es tan difícil llegar a habitar un Walhalla que, a diferencia de su
antecedente wagneriano, tiene vocación de permanencia. No hay otro misterio
para ello que la constancia en la búsqueda interior de esta Alquimia que Alfredo, tras un largo
peregrinar por los arcanos de una vida que dejó de ser equivocada hace mucho,
muestra con la serenidad satisfecha de un buen maestro de obras.
Luis Miguel
Alonso Nájera
Pamplona, Enero
de 2014
ALQUIMIA HA DE SER
ed. Renacimiento, 2014
